Su creador es Sam Van Aken, un profesor de arte de la Universidad de Syracuse, de Nueva York que quiso mandar un mensaje con estos árboles frutales híbridos.
Cuando Eva probó la manzana del Jardín del Edén, no imaginaba que, muy probablemente, en algún rincón del paraíso, se encontraba el árbol de las 40 frutas. Ese, más que ningún otro, simbolizaría todos los pecados de este mundo juntos. O al menos, algo así pretendía Sam Van Aken cuando lo creó.
Hoy solo queda una fracción de estas y se encuentran amenazadas por la industrialización de la agricultura, las enfermedades y el cambio climático". Desde que comenzó el 'Tree of 40 Fruit', un proyecto de árboles frutales híbridos, Sam ha cultivado más de 40 variedades de frutas de hueso en un mismo árbol a través del injerto.