El desacuerdo político por un gran proyecto de hoteles con casino en la costa de Tarragona fulmina la legislatura catalana y activa un efecto dominó de consecuencias inciertas
La negociación de los presupuestos catalanes y su reciente desenlace fallido ha estado condicionada por el tira y afloja político en torno a un complejo de hoteles con megacasino que la multinacional Hard Rock pretende levantar en Salou . El proyecto rebosa grande cifras: 2.000 puestos de trabajo, una inversión de 700 millones de euros y con capacidad para triplicarse, 7.600 metros cuadrados dedicados al juego, 1.
Se consensuó un documento donde consta que el de Hard Rock es un “proyecto estratégico” para el territorio. Josep Maria Arauzo Carod, catedrático del Departamento de Economía de la Universitat Rovira i Virgili , alerta sobre el proyecto. “Perpetuar un modelo basado en este tipo de turismo tiene muchas restricciones y supone un freno para el crecimiento de la economía del territorio”, sostiene.