Jussi Adler Olsen, el danés más salado de la novela policiaca europea Vía librujula
En “Cloruro de sodio” vuelve a adentrarnos en el complicado día a día de esa división Q de la policía danesa que apechuga con los casos más vidriosos. En esta ocasión, la mezcla de azar y observación los hace ponerse tras los pasos de uno de los criminales más crueles y astutos a los que se han enfrentado.Jussi Adler Olsen es un danés que en la distancia corta es una persona cercana, alegre, llena de sentido del humor.
Básicamente, la policía es bastante inteligente, pero, por supuesto, algunos delitos se las ingenian para quedar fuera de su radar. En este caso, no estaba claro que en realidad se tratara de asesinatos; muy bien podrían haber sido accidentes, como fue la conclusión inicial. Fue solo cuando el Departamento Q tuvo la suerte de detectar una conexión entre algunos de los crímenes sin resolver: los pequeños montículos de sal.
Es parte de mi personalidad ser optimista, pero al mismo tiempo también soy un atento observador del mundo en el que vivimos. Y si hay una cosa que me disgusta más que ninguna otra es el mal uso del poder y la falta de empatía. Los «villanos» de esta novela tienen una especie de cruzada contra el egoísmo en la sociedad. Me divertí mucho describiendo sus acciones, como por ejemplo.