Restricciones por primera vez en la historia en la cuenca que debe dar agua a Doñana para aliviar la presión del regadío Por amorenteg
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Para Rafael Seiz, coordinador de Política del Programa de Aguas de WWF, ya queda dicho que todo esto es un “suicidio hídrico”. “Es curioso que no se vean problemas para trasvasar desde el Andévalo a Doñana, pero saben que la dependencia será absoluta” y que no hay garantías al cien por cien, porque por delante están los derechos de los agricultores de la cuenca cedente.
“La demarcación del Tinto, Odiel y Piedras es de los pocos puntos de Europa en los que se va a duplicar el regadío y el riesgo va a ser mucho mayor, porque ahora con la sequía ya tiene problemas para garantizar recursos a sus regantes”, y eso sin contar con lo que se mande a Doñana. ¿La solución? “Pedir más presas y traer más agua del Chanza”, río fronterizo en cuya desembocadura en el Guadiana se ubican los nuevos bombeos del Bocachanza.